Tuve a mi favor un corazón que
se mostraba un poco dulzón,
el profesaba mucho amor.
Un tiempo le preste atención, de labios gruesos y linda mirada mostraba perfección.
Tenía una linda sonrisa que
a cualquiera dejaba un poco atontada.
Una mañana en sus pensamientos quise divagar y me di cuenta que todo era falsedad,
el no tenía nada que mostrar.
Allí fue donde entiendi y comprendí
que muchos por la apariencia nos podemos ilusionar
pero solo con la belleza no podemos continuar, necesitamos alguien
en quien confiar que tenga mucho que mostrar.
Decía una amiga : de nada sirve tanta belleza si nadie va a valorar eso,
Para reflexionar: Quien esta contigo independientemente de todo
no nos debemos dejar llevar por las apariencias, algún día se opacan
y aquí la mayoría no tiene nada que ofrecer